grillosazules

Si le interesan mis temas me pueden escribir a grillosazules@gmail.com que de seguro le responderé, y ya está.

Saturday, August 09, 2008

La dama del sentimiento sigue siendo una estrella
















1 Comments:

Blogger Tomás said...

Eva en El Gato Tuerto y Portillo ¿en El Pico? Elena y José Antonio (y la gloria eres tú) en el panteón del filin, el Scheherazada en punto con un añejo doble, y me faltabas tú.

Nosotros los de entonces, en otras latitudes, nos seguimos bailando La Habana sudorosa que en la tarde se baña y, oyendo el cañonazo, a la noche rampea en busca de un amor.

El Malecón se bota, se enrosca en el pasado que es de nuevo presente de orinas cerveceras allí en la fuentecita del lado que no ve, porque es un gato tuerto, más que tuerto cegato (o eso que ahora dicen: es un débil visual).

Y no hay peor gato que el que no quiere oler y te ofende el olfato ya tan desengañado de cloacas y sentinas, de tanta meadera, de tanta cagazón; también de jardineras, de bolleras y dandis que vienen arrolando y hasta regando flores (eso dicen, al menos) por toda la calzada que corre junto al mar....

Siento un grillo, Elsita, me están llamando... Y no son maromeros, son grillos de colores, son grillos que parecen pececitos de arroyo, grillos azul nostalgia criados a tití en flamante grillera que no es olla de grillos, pero ahí hierve el amor cocido a la criolla sin pasarse del punto de su justa cocción.

¿Me quedó medio cursi ese hervor tan erótico? Pues bien, así lo dejo y que digan lo que quieran pues siempre van a hablar. Soy hijo del bolero (y cursi a mucha sorna) que vacila su onda de viejo cursilón.

Yo soy igual que tú, habanero adoptivo, mas soy homo havanensis como un bicho venéreo. Casado con la noche por poder del cubata, del filin voy y vengo, rampero empedernido que te llevo del brazo y hasta me doy vitrina contigo en la distancia.

Y entonces me detengo en 23 y M; bajo así la cabeza y me acuerdo de El Ronco, del ronco que le ronca, Novia Mía, que un bus sin más lo atropellara, que la guagua doblando de pronto lo embistiera para apagar su voz de ronquera y poesía. ¿Al azar o a la noche se les fueron los frenos?

Y nos callamos todos, tú y la mulata linda de viaje por La Habana, tú y la noche y los grillos, o bien la noche y tú, locura azul grilláceo.

(Los Zafiros son son, y son porque son fueron, y siendo mucha conga, también fueron bolero, y murieron de éxito, de ron y Cayo Hueso. ¿Cirrosis burocrática? De espanto se murieron.)

Y de tanto rampear, tanto así nos cansamos, porque ya no son veinte y los grillos nos pesan como jabas repletas en plan de forrajeo.

Terminamos sentados en el bar Las Cañitas, bebimos cubalibre, nos pusimos al día sobre los que se fueron y los que sobreviven a los años y al ron. O a la noche y La Rampa después de un aguacero.

Cantinero, la cuenta. Gracias que ya nos vamos, buenas noches, ta luego. Ta luego y tatatá.

6:16 PM  

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